El Jamoncillo es una delicia tradicional mexicana perfecta para satisfacer tu paladar dulce. También conocido como dulce de leche o leche quemada, este manjar se elabora con un puñado de ingredientes clave. Tanto si te apetece un postre cremoso y suave como si buscas un aperitivo fácil de preparar, no te equivocarás con el jamoncillo.
¿Qué es el jamoncillo?
El jamoncillo es un dulce popular hecho con unos pocos ingredientes sencillos. Leche condensada, azúcar y mantequilla se llevan a fuego lento y se remueven hasta que espesan y quedan cremosos. Aunque la receta es sencilla, es importante vigilar el jamoncillo mientras hierve a fuego lento. Este postre puede pasar rápidamente de suave y cremoso a granuloso y grueso si se deja sin atención.
El jamoncillo suele aromatizarse con una variedad de extractos, frutas, frutos secos e incluso especias. Algunos aromatizantes populares son la vainilla, la canela, la fresa, la nuez de pecán, el coco e incluso el tequila. Sin importar el aroma, seguro que es delicioso.
Cómo hacer jamoncillo
Hacer jamoncillo es un proceso relativamente sencillo que no requiere ningún equipo especial. Sólo necesitas una sartén de fondo grueso, algunos ingredientes sencillos y un poco de agitación.
Empieza por combinar la leche condensada, el azúcar y la mantequilla en una sartén de fondo grueso. Coloca la sartén a fuego medio y lleva la mezcla a ebullición.
Cuando la mezcla hierva a fuego lento, reduce el fuego al mínimo y sigue removiendo. Asegúrate de raspar el fondo y los lados de la sartén cada pocos minutos para evitar que el jamoncillo se pegue y se queme.
Continúa cociendo y removiendo el jamoncillo durante 20-30 minutos, o hasta que esté espeso y cremoso. Si vas a añadir algún aroma, como extractos o especias, remuévelos en cuanto el jamoncillo termine de cocer.
Vierte el jamoncillo en una sartén engrasada y déjalo enfriar por completo antes de cortarlo en cuadraditos. El jamoncillo se puede conservar a temperatura ambiente durante una semana, aunque lo más probable es que no dure tanto.
Qué tener en cuenta al hacer jamoncillo
Hay algunos puntos clave que debes tener en cuenta al hacer jamoncillo para asegurarte de que obtienes los mejores y más deliciosos resultados.
En primer lugar, asegúrate de utilizar una cacerola de fondo grueso para hacer el jamoncillo. Es importante que la cacerola sea capaz de distribuir el calor uniformemente para evitar que el jamoncillo se pegue y queme.
En segundo lugar, vigila el jamoncillo de cerca mientras hierve a fuego lento. Si se cuece demasiado, el jamoncillo puede volverse granuloso y desagradable de comer.
Por último, asegúrate de que el jamoncillo se enfría por completo antes de cortarlo en cuadraditos. Cortar el jamoncillo mientras aún está templado puede hacer que se desmorone.
Dónde encontrar jamoncillo
El jamoncillo se puede encontrar en muchas tiendas de dulces mexicanos especializados, así como en varios minoristas online. El jamoncillo comprado en tiendas es delicioso, pero nada lo compara con el sabor casero. Una vez que pruebes el jamoncillo casero, nunca volverás a comprarlo en la tienda.
Conclusión
El jamoncillo es una delicia tradicional mexicana perfecta para satisfacer tu paladar dulce. Hecho con unos pocos ingredientes sencillos, este postre cremoso y suave puede aromatizarse con una variedad de extractos, frutas, frutos secos e incluso especias. Preparar jamoncillo es un proceso sencillo, pero es importante vigilarlo mientras hierve a fuego lento. Una vez que pruebes el jamoncillo casero, nunca volverás a comprar el de tienda. Anímate a preparar jamoncillo en tu propia cocina para disfrutar de un delicioso manjar en cualquier momento.